¿Cómo vender más cuando todos compran menos?

Esta es la pregunta que más ronda por la cabeza, ¿cómo hacer para vender más en un momento en que todos compran menos?. Una pregunta que gira no solo en todos los que nos dedicamos a las ventas; sino también de empresarios y emprendedores que ven con preocupación el estancamiento en sus resultados comerciales; y que muy seguramente son la respuesta a la situación sanitaria que se vive a nivel mundial. Situación que nos tomó desprevenidos, con una planeación de año totalmente diferente; y con unos objetivos enfocados a un crecimiento previsto por los resultados del año anterior.

Debido a que recibo a diario consultas de este tipo; algo así como si existiera una fórmula mágica y secreta para impulsar de nuevo las ventas; he decidido compartir contigo este artículo con algunos conceptos vitales para que puedas generar ese nuevo impulso que necesitas en tus resultados de ventas. Solo quiero que sepas que ellos no se darán de la noche a la mañana como si fuera una “pócima mágica”; pero si eres consistente en la aplicación de cada uno de estos conceptos, vas a notar el incremento constante en tu desempeño comercial.

Lo primero de lo que vamos a hablar; y que es en definitiva la base para que tus clientes se afiancen más a ti, es la:

Dejemos de ver al cliente como el “comprador” o peor aún, como el “pagador”; eso sucedió en la primera era del marketing hace muchos años. Hoy en día el cliente debe ser visto como SER HUMANO, con emociones, con expectativas, con sentimientos, con valores y necesidades. Las marcas que entienden esto son las que van a permanecer a flote; las que por el contrario, sigan arraigadas a conceptos obsoletos donde el cliente vale por la cantidad de compras que realice; son las que tienen los días contados.

¿Qué es humanización? Es entender y sensibilizarnos con los clientes; sabiendo que ellos vienen a nosotros en busca de guía, apoyo y protección. Sea cual sea el ramo en el que trabajemos, siempre el cliente busca en nosotros una solución a esa situación que lo aqueja. Piensa en algo, si un cliente va contigo no te va a decir: “Vine a contarte que tengo un coche precioso; y que no me interesa comprar otro, gracias y adiós”; no te ha pasado ¿verdad?, es porque eso no sucede; si el cliente va contigo es porque busca que de tu mano él pueda encontrar lo que necesita para sentir mayor bienestar. Por lo tanto, debemos responder de la misma manera y con la misma sensibilidad e implicación en sus necesidades; pero no en las físicas, sino en las emocionales. Esa es la verdadera satisfacción sobre la cual él nos va a medir.

¿Cómo lograr esa humanización en las ventas? Te doy algunos tips para que lo empieces a lograr:

• Haz que tus comunicaciones con el cliente sean más cercanas, por ejemplo, no te quedes solamente en enviar mensajes de texto o correos electrónicos y con ellos dar por sentado que estás manteniendo contacto con tu cliente, de vez en cuando llámalo solo para saber cómo está el día de hoy y cómo va todo.
• Cuando se celebre una fecha especial, sea el día de la felicidad (20 de marzo) o su cumpleaños, o el día de su profesión, envíale una nota de voz entusiasta deseándole un maravilloso día de tal cosa.
• Entérate de todo lo que pase con tu cliente, manténlo en tu radar, recuerda que él es también un ser humano con necesidades y sentimientos igual que tú.
• Mantente cerca a tu cliente, que él sienta esa cercanía y que tenga la certeza que puede contar contigo en cualquier momento.
• Cuando tu cliente te pida algo, desvívete por satisfacerlo y generar en él una gran emoción por tu ayuda.

Segundo concepto para darle a nuestras ventas un mayor impulso:

¿Qué significa? Que debemos ver, sentir y resonar emocionalmente con nuestro cliente, que él debe saber que nuestro interés hacia él es sincero e incondicional, que estamos ahí para él y que entendemos lo que siente y nos comprometemos a apoyarle en todo lo que sea necesario para su bienestar. Pero ojo, no es solo decirlo, es hacer y gestionar hasta lo imposible por “proteger” a nuestro cliente.

Resonar empáticamente con nuestro cliente es conectarnos con su sentir y tomarlo como propio, buscar siempre las soluciones y cuidar que nuestro cliente siempre que tenga un contacto con nosotros genere emociones positivas, eso construye lo que llamamos VÍNCULOS DE ANCLAJE y son los que afianzan nuestra relación con él.

Estos dos conceptos, la humanización y la resonancia empática van de la mano; no puede haber una sin la otra, no podemos pensar en humanización si no nos vinculamos con el sentimiento del cliente; y tampoco podemos generar empatía si no lo vemos como ser humano; y seguimos en la era arcaica del marketing, en la que el cliente era simplemente un comprador más identificado por un número en una factura.

¿Cómo lograr esa resonancia empática? Las acciones son muy parecidas a las que llevan a la humanización; mantener contacto y cercanía con el cliente, conocer su entorno y hacer presencia (no invasiva). Mostrarle siempre un interés REAL por él; no aparentes aquello que no sientes porque él lo notará de inmediato y te aleja de lograr cualquier relación consistente que quieras iniciar.

Existen otros conceptos que te ayudarán también a mejorar tus resultados de ventas en estos momentos en que las compras también bajaron, ellos son:

Lo que los clientes buscan hoy en día es un proveedor sensible; que entienda la situación actual por la que todos estamos atravesando, que adapte sus procesos a esa situación y que muestre cercanía hacia ellos.

Aplica estos conceptos y te garantizo que tus resultados de ventas irán al alza en poco tiempo.

Si te ha gustado este artículo; déjame por favor un comentario y compártelo. Así llegará a manos de alguien que se pueda estar haciendo esta misma pregunta y no encuentre las soluciones que tú acabas de conocer.

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Gracias por leerme, chao, chao.